pastora

pastora

La Virgen del Rocío, ataviada con su traje de Pastora, es la imagen con la que realiza el traslado a Almonte cada siete años, una tradición que comenzó en 1607. Este momento marca el inicio de una de las manifestaciones más sentidas del calendario rociero, donde el pueblo celebra la cercanía de su Madre.
Desde este ángulo lateral, se aprecian los detalles del traje de Pastora que la Virgen del Rocío luce durante sus traslados a Almonte. Este atuendo, utilizado desde 1913, está confeccionado con seda brocada del siglo XVIII y enriquecido con piedras naturales, canutillos y lentejuelas de oro. El conjunto incluye una saya, esclavina y sombrero, elementos que rememoran las estampas tradicionales de antaño. El Pastorcito que la acompaña va vestido de Rey, evocando las representaciones históricas de la devoción rociera.
La Virgen del Rocío, vestida de Pastora, permanece durante nueve meses en la Iglesia de la Asunción de Almonte, un templo de origen mudéjar del siglo XV, transformado con elementos barrocos en el XVIII. Destacan su elegante fachada, la torre campanario y un hermoso retablo neoclásico. En este entorno cargado de historia y espiritualidad, la imagen es acogida con fervor por sus fieles, convirtiéndose el templo en el corazón devocional de Almonte.
La Virgen avanza entre calles abarrotadas, mientras el pueblo la sigue con respeto y devoción. A lo lejos, su figura destaca entre el movimiento, convertida en el centro de una tradición centenaria que une generaciones.
Durante el traslado de la Virgen del Rocío a Almonte, cada siete años, la imagen es vestida con el conocido traje de Pastora, una iconografía única en la devoción mariana. Aunque su origen es incierto, este atuendo recuerda a las mujeres que peregrinaban protegidas del camino. Incluye esclavina, sombrero adornado y vestido con polisón. Su estética se vincula a la Virgen Peregrina y ha influido en representaciones similares en otros lugares del mundo hispánico.
En una escena llena de simbolismo, una joven en silla de ruedas es alzada por los suyos para poder ver de cerca a la Virgen del Rocío vestida de Pastora.
En el Alto del Molinillo, una colina situada en la dehesa del Chaparral, la Virgen del Rocío vestida de Pastora hace una parada significativa durante su traslado a Almonte. Este lugar, que debe su nombre a antiguos molinos de viento harineros cuyos restos perduraron hasta principios del siglo XX, se ha convertido en un punto emblemático del recorrido. Cada siete años, en este enclave se celebra una misa de romeros, y es donde se coloca el capote a la Virgen antes de emprender el camino hacia la aldea del Rocío.
Cubierta por su capota, la Virgen del Rocío se dispone a iniciar el regreso hacia la aldea del Rocío, acompañada por la multitud de fieles que la han venerado en Almonte. Este es un momento de gran carga simbólica, donde los devotos se despiden con respeto y esperanza, agradeciendo su presencia y pidiendo por un buen camino. La imagen, ya preparada para continuar su peregrinaje, refleja la conexión profunda entre la Virgen y su pueblo.
La imagen es cubierta con su capota, marcando el inicio de una nueva peregrinación. La comunidad se despide con respeto y esperanza, agradeciendo su presencia y pidiendo por un buen camino. La Virgen, ya preparada para continuar su peregrinaje, refleja la profunda conexión entre la devoción popular y la tradición religiosa.

PATROCINA:

error: